Natural de Mallorca, desde bien pequeña ya cogía lápiz y papel para plasmar todo lo que veía a mi alrededor.
Mis primeras y más fuertes influencias fueron las del arte callejero y las caricaturas hiperrealistas, empezando a experimentar con la pintura. Más tarde fui dejando el mundo de la pintura y me fui introduciendo en el de la ilustración y del dibujo más técnico, especialmente en la geometría sagrada e islámica.
A medida que mi vertiente en ilustración se va consolidando con un estilo figurativo pero simbólico, preciso y técnico, en la pintura me inclino por los grandes espacios en blanco con pequeñas expresiones de textura.
Actualmente disfruto de estas dos vertientes tan dispares: la ilustración me da la precisión, la concentración, la medición, la exactitud, el control en cada una de sus formas, un mensaje claro y específico aunque sugerente; mientras que la pintura me da la libertad, la ambigüedad, la interpretación abierta y sin límites, la infinita posibilidad de expresión.